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2006-01-05

acciones en la ciudad

SEMANARIO BRECHA # 1050
Suplemento "el ocho"
Págs. 1 y 2
Montevideo, Uruguay
Por Francisco Tomsich

Acciones en la ciudad

La casa abandonada ocupa varios lugares de privilegio: es la casa fantasma del barrio, delicia imaginaria de los niños, la habitación dudosa de animales poco sociables y de hombres poco sociales, y la afirmación de los desequilibrios de que en materia de vivienda hacen gala las ciudades del mundo. LOGO realizó una recorrida por las casas abandonadas, y no tanto, del parque Rodó y Palermo.

"ocupa una casa y dale vida", reza un grafiti en la calle Charrúa, en el Cordón, muy cerca de donde empieza (o termina) el recorrido urbano efectuado por la gente de LOGO. Y en el blog animado por el colectivo (http://casasmarcadas.blogspot.com) se puede leer: " La ciudad vaciada. Lugares sin gente. Gente sin lugar.
¿Cuánto tiempo puede una vivienda estar vacía?
¿Existe alguna legislación a este respecto?
¿Se puede medir el déficit de vivienda, en términos de demanda de nuevas unidades?
¿La única solución es construir?,
¿Cuántas casas abandonadas hay en montevideo?
¿Cuánta gente necesita vivienda?
¿Es reversible el fenómeno de migración y consolidación de centralidades periféricas?

El patrimonio olvidado. ¿Por qué traemos lo olvidado a la mesa?
¿Por qué está olvidado lo olvidado?
¿Por qué cambiarle el signo, y transformarlo en potencial...?
¿Por qué proyectamos para espacios abandonados?
¿Por qué la casi totalidad de las viviendas relevadas son “casas estándar”."


Varios conceptos recurrentes y problemas del arte contemporáneo hacen que valga la pena visitar la obra de este “Laboratorio transdisciplinar” formado en el año 2002 por Felipe Ridao y Mariana Ures. Uno de ellos es la difusa frontera metodólogica entre arte y vida; otro, la capacidad de una acción artística para constituirse en un discurso político eficiente, o los caminos que llevan de un lugar a otro. Casas Marcadas, un proyecto en el que se suma Lucía Stagnaro, es ejemplar en este sentido. Antes, LOGO se ocupó de coordinar acciones artísticas grupales en contextos inesperados o alternativos (LOVETOUR), o había usurpado los soportes de la publicidad callejera vernácula (parlantes y avisos fotocopiados en los quioscos) para difundir una muestra de arte, y había acompañado sus acciones con una atinada reflexión teórica y una lectura actualizada de los problemas de los que se ocupaban.
Casas Marcadas empieza con una reflexión de ribetes urbanísticos y arquitectónicos (uno de los ejes permanentes del pensamiento/ acción de LOGO) y la constatación de que hay más casas vacías, deshabitadas, tapiados e inutilizadas de las que estamos dispuestos a aceptar, mas aún teniendo en cuenta el alto costo de vida montevideano y la necesidad de un espacio propio de tantos proyectos familiares, artísticos, pedagógicos, filantrópicos. En la calle Durazno, cerca de una casa que ostenta una círculo de pintura amarilla con la inscripción A12 en negro hay otro grafitti que dice: “El maná no cae”.

En Agosto de 2005, Casas Marcadas es una acción: el relevamiento por parte de LOGO de las viviendas tapiadas e inutilizadas en las zonas de Cordón, Palermo y Parque Rodó, y su posterior marcado con una letra y un número. A23, por ejemplo, es una casa esquinera estilo art nouveau sobre Bulevar España que se caracteriza, como todas las casas tapiadas, por ostentar su condición de fortaleza inexpugnable al asedio de ocupantes clandestinos, vagabundos o meros visitantes. En la mayoría de ellas, puertas y ventanas han sido cubiertas con ticholos que nisiquiera se han pintado luego; en la hermosa casa A06, en Magallanes 1090, está escrito sobre todos los muros la frase: “Dueña vende esta casa.” Hay un número de celular. La dueña dice que la casa no está en estado ruinoso. Que sigue a la venta, pero que han intentado entrar muchas veces. Primero por las ventanas, luego por la puerta. “Pronto pondremos rejas”, agrega. Es uno de los casos posibles. Pueden imaginarse otros: remates infinitos, herencias inconclusas, migraciones difíciles.

El muro montevideano ha monologado demasiado tiempo. Las inscripciones son moneda común en las casas abandonadas: su condición de tales, más que enmudecerlas, las convierte en el soporte perfecto para grafiteros con diversas pretensiones (políticas, poéticas, amorosas), stencils, murales... La casa A22 de la esquina de San Salvador y Joaquín Requena, cuyos altos todavía documentan un antiguo esplendor, es un museo de intervenciones: sobre la puerta principal aún se mantiene intacto el cartel “Panadería y Confitería”, pero el muro, hasta una altura de dos metros fue blanqueado, tal vez por las brigadas responsables de los nombres de Tabaré (en rojo) o Michelini (en azul), dejando restos de viejas inscripciones, firmas inexactas, dibujos misteriosos, stencils.

En esa parafernalia de colores, el sello de la marca de LOGO se destaca por su exactitud. El uso de una letra y un número hace pensar en una serie y da idea de un grado de abstracción de la intervención que se confunde con una señalización sospechosa de oficialidad (y no de vandalismo); las primeras reacciones son personas alarmadas que borran la marca, como en la A14 de Isla de Flores 1867 (ahora hay una mancha blanca) o la A04 de Isla de Flores 1538/40 (ahora hay una mancha negra). Algunas marcas han sido más efímeras: pregunto a algunos vecinos (venden ropas, discos, libros en su porche) qué pasó con el el sello de la casa A09 de Canelones 1763.. “Estaba ahí donde ahora hay un garage”me dicen. El resto de la casa no parece haber cambiado nada. Los vecinos recuerdan la marca, conviven con ella. La marca como recordatorio, como una manera de historizar pequeños cambios urbanos, de memorizar las huellas del crecimiento o la desconfiguración de los espacios públicos y privados.

Casas Marcadas es, en Octubre de 2005, una postal con un mapa del Cordón y la invitación a recorrer el periplo de las casas marcadas, curiosamente enmarcada en el Día del Patrimonio. El proyecto tuvo consecuencias inesperadas; un tendal de respuestas, una serie concéntrica de acciones cada vez menos “artísticas”, cada vez más “vitales” y políticas, que comienza con la rigurosa publicación en Internet (http://casasmarcadas.blogspot.com) de las fotografías de las casas marcadas, con sus respectivos vínculos a los certificados de información territorial y una serie de reflexiones en torno al tema.
Un blog tiene ciertas características que lo diferencian de una página web y que lo han convertido, en los últimos tiempos, en un recurso muy adecuado para subir a la Red, con mucha facilidad (y también con ciertas limitaciones impuestas por el proveedor del servicio) una cantidad casi ilimitada de textos e imágenes, y permitir, a su vez, que los lectores puedan publicar en dicho sitio sus opiniones y diatribas; esta particularidad (y algunos éxitos resonantes de ciertos bloggers) ha hecho del blog la plataforma política digital por excelencia.

Sin embargo, el modo en que LOGO utiliza el soporte tiene otros intereses. “Lo que hicimos”, dicen, “fue bloquear el blog, evitar la participación de la gente, implementando otra modalidad. En los blogs, los mensajes suelen ser muy chicos, o a veces críticas muy violentas aparecen como anónimas, y es difícil seguir el rastro del autor. El correo electrónico es más intimo.” La estrategia consiste en enviar una serie de mensajes electrónicos con un vínculo al blog como modo de difusión y como contacto; las respuestas recibidas como mensajes electrónicos son publicadas en el sitio por LOGO.
“Usamos el blog como soporte adecuado al proyecto, pensando en un sistema de piezas (la postal, la acción, el mail, el blog) como cosas discontinuas, unidas por la continuidad de la estrategia utilizada.”

La cantidad y el cariz de las respuestas son asombrosas: grupos familiares, políticos, academias, arquitectos, escribanos, estudiantes, escritores y artistas demuestran su interés por el proyecto en diversos niveles, que van desde la simpatía hasta aportes más elaborados: un proyecto urbanístico oficial que contemplaría la situación de las casas marcadas; una idea de acción jurídica, reflexiones prácticas en torno a un problema en el que hunden las manos la política estatal, diversas formas de participación ciudadana, la sociología, la arquitectura, el urbanismo y el arte. “Las respuestas”, dice LOGO, “nos pusieron en un lugar distinto como productores. Recibir, involucrarse con la situación de las personas y con la posibilidad de hacer algo, de construir en colectivo.”

Un concepto extraído de las ciencias naturales, sinergia (asociación de varios órganos para la producción de un trabajo) ronda la conversación con LOGO, y remite a una unión de fuerzas que es más poderosa que la suma de sus partes. También se relaciona con la idea de red, tanto a nivel de personas y acciones como de soportes: la postal, la acción y el blog como espacios autónomos entre los que se tienden puentes. Sinergia e inercia no son antónimos, pero deberían serlo.

LOGO sólo arriesga una definición de sí mismo: es un soporte, pero también se aplica a un objetivo del que Casas Marcadas responde en todos sus momentos sinérgicos, los más lúdicos y cercanos al arte, los más subversivos y cercanos a la acción política: “el compromiso en la acción artística responde a una voluntad crítica y proactiva del contexto en el que vive: un solape generado en la exploración del borde arte-vida, la justicia social, y los helados de menta.”

LOGO 06:05



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